Cuatro razones para franquiciar tu negocio en España

Franquiciar un negocio en España permite al franquiciador, persona física o jurídica, desarrollar su negocio y expandirlo a través de inversores (los franquiciados). Para ello, el franquiciador cede el uso de los derechos de su marca, así como sus métodos operativos y organizativos. Los deberes y obligaciones de las partes se formalizan en el contrato de franquicia. En España, el franquiciador suele disfrutar de una situación privilegiada frente al franquiciado. De ahí que muchos empresarios decidan ampliar su red comercial estableciendo franquicias en nuestro país, y así, limitar su riesgo.

Ventajas de franquiciar tu negocio en España

  • La franquicia mejora la distribución de productos y la prestación de servicios del franquiciador
  • El contrato de franquicia concede al franquiciador la posibilidad de crear una red de distribución uniforme mediante inversiones limitadas
  • En el contrato de franquicia, el franquiciador puede incorporar cláusulas penales por incumplimiento de los términos de no competencia o de confidencialidad
  • La resolución anticipada del contrato de franquicia por parte del franquiciado, posibilita una indemnización al franquiciador en concepto de lucro cesante.

Regulación de la franquicia en España

En España, el contrato de franquicia no está regulado específicamente. Limitadas disposiciones jurídicas marcan algunas de las pautas a seguir.

Esta falta de concreción jurídica otorga un papel privilegiado al franquiciador frente al franquiciado. Sus obligaciones son escasas y suele ser él quien, predominando la voluntad de las partes, elabora el contrato de franquicia. De ahí que la mayor parte de las obligaciones y penalizaciones recaigan sobre el franquiciado, confiriendo al franquiciador una posición de superioridad.

Obligaciones del franquiciador

En términos generales, las obligaciones del franquiciador son:

  • Suministrar al franquiciado información veraz acerca de la franquicia (probando que dispone de cierta reputación que garantice el funcionamiento estable y próspero de la franquicia)
  • Tener registrada la marca para poder ceder y permitir al franquiciado hacer uso de los derechos de propiedad industrial
  • Disponer de un saber-hacer identificado sobre su modelo de negocio y transmitirlo al franquiciado
  • Proporcionar asistencia técnica y formativa al franquiciado
  • Respetar la zona de exclusividad concedida al franquiciado, no otorgando nuevas franquicias en el mimo territorio
  • Desarrollar campañas de marketing en promoción de la marca y de los centros franquiciados.

El número de franquicias en España no ha dejado de crecer en los últimos 20 años. Pero también han aumentado las fricciones entre las partes. De ahí la importancia de contar con un asesoramiento jurídico profesional especializado a la hora de franquiciar tu negocio.

Si desea información adicional para franquiciar un negocio en España,

Este artículo no constituye asesoramiento jurídico

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