El arbitraje en España en tiempos de COVID

En los tiempos actuales que corren, resulta absolutamente imprescindible para las empresas resolver de forma rápida y eficiente cualquier controversia o conflicto legal que pueda afectarles. La pandemia mundial COVID 19 ha debilitado enormemente el tejido empresarial español e internacional, y las empresas requieren, más que nunca, de un sistema imparcial que permita:

  • Proteger sus derechos e intereses
  • Obtener resoluciones que pongan fin a sus conflictos legales con terceros en el corto plazo
  • Evitar la eternización de los procesos judiciales.

En este sentido, el arbitraje se presenta como un mecanismo idóneo para conseguir dichos objetivos, siendo una alternativa clara frente al recurso a los tribunales ordinarios. Desafortunadamente, en España el arbitraje no ha adquirido de momento la dimensión esperada, en comparación con otros países de nuestro entorno, seguramente por la ausencia de una cultura empresarial y jurídica del arbitraje, así como por el desconocimiento respecto de las ventajas que aporta frente a la jurisdicción ordinaria.

¿Qué es el arbitraje?

El arbitraje es, en definitiva, un mecanismo de resolución de controversias alternativo a los juzgados y tribunales. Es de carácter privado e informal y a través del mismo las partes se comprometen a resolver su disputa ante una o varias personas imparciales (los árbitros), que están autorizados a resolver el asunto mediante una resolución (laudo) definitiva y vinculante para las partes. El laudo tiene la misma eficacia y peso jurídico que una sentencia, y por tanto, puede ser igualmente ejecutado de manera forzosa en caso de no cumplimiento voluntario.

Además, es importante recalcar que el laudo no puede ser recurrido, a diferencia de una sentencia judicial, pues no existe como regla general una segunda instancia arbitra. De ahí que los plazos para obtener una resolución definitiva sobre el fondo se acorten considerablemente. Sí es cierto que existe la posibilidad de solicitar la anulación de un laudo, si bien sólo por motivos estrictamente tasados, y que en general, no permite una revisión de fondo de la decisión adoptada por los árbitros.

Ventajas del arbitraje en España

Recurrir al arbitraje presenta por tanto numerosas ventajas, frente al mecanismo de la justicia:

  • Las partes pueden elegir libremente al árbitro o tribunal arbitral competente para la resolución del caso concreto. Normalmente se hace por medio de la inclusión de una cláusula de sumisión al arbitraje en el contrato correspondiente.
  • Existe un alto grado de especialización de los árbitros, lo que asegura que estos sean profesionales expertos en la materia, obteniéndose así una resolución más técnica en la mayoría de los casos.
  • El procedimiento arbitral se caracteriza por la disponibilidad y celeridad de los árbitros en la emisión de sus laudos, en contra de lo que sucede con los jueces, normalmente colapsados por la multiplicidad de asuntos y la ausencia de medios. A ello se une la posibilidad de fijar un plazo máximo para la resolución del asunto en el convenio arbitral, lo que garantiza obtener el laudo en un período de tiempo mucho más breve que una sentencia.
  • El sistema arbitral es un sistema más sencillo e informal que el judicial, dado que son las partes las que acuerdan el método por el que se resolverá el conflicto, el procedimiento, el idioma y demás cuestiones relevantes.
  • Ante el carácter público de los sistemas judiciales, para el arbitraje puede acordarse la privacidad y confidencialidad del mismo. De esta forma el conflicto y su resolución serán desconocidos para el público en general.
  • Los laudos son perfectamente ejecutables e, incluso en ocasiones, con mayor facilidad si cabe que las sentencias. Esto se debe a que una gran mayoría de países son miembro del Convenio de Nueva York de 1958 por el que se regula el arbitraje a nivel internacional.

Por todo lo anterior y ante la saturación de los Juzgados españoles y la economía de medios y tiempo que conlleva, el arbitraje está llamado a ser el método de resolución de conflictos más común entre empresas de la más diversa índole. Especialmente en contextos de crisis económicas como la que nos ocupa, en las que el mercado requiere de respuestas ágiles a los problemas que se plantean.

Si su empresa necesita resolver alguna controversia o conflicto y desea contemplar el arbitraje,

Este artículo no constituye asesoramiento jurídico

Noticias relacionadas